¿Sabes cuál es el objetivo del Reiki?
Muchas gente cree que el reiki es «simplemente» una técnica de sanación energética, y sí, pero no.
Es cierto que podemos verlo como una práctica que nos permite recuperar la salud física, mental y emocional a través de la eliminación de bloqueos energéticos, lo que nos permite reestablecer los mecanismos naturales de autorregulación del cuerpo (sobre esto hace tiempo que escribí un par de posts en este blog, que puedes consultar aquí y aquí). Pero esto es una visión muy reducida de lo que es.
Reiki es una práctica espiritual. Su verdadero objetivo es alcanzar el Anshin Ritsumei, un estado de paz interior absoluta que nos permita conectar con nuestro propósito de vida. Y es que no podemos sentirnos plenas si no nos sentimos antes en paz.
La práctica de Reiki va mucho más allá de la sanación energética. Es todo un camino de autoconocimiento. A medida que practicamos reiki, vamos primero aliviando los efectos del estrés, y luego vamos armonizando todas las facetas de nuestra existencia hasta el punto de tener cuerpo, corazón y mente en equilibrio, en paz y en sintonía.
Y de ese estado de paz, surge la plenitud. ¿Cómo vas a sentirte plena si el día a día te desborda? ¿Cómo vas a sentirte plena si ni siquiera sabes lo que es eso para ti?
Por eso, hace tiempo que contemplo la práctica de Reiki como una práctica individual. Una práctica que es maravilloso compartir, pero el mejor regalo que podemos hacerle al mundo es que cada una de nosotras vayamos conectando con nuestro Anshin Ritsumei. Sólo desde ahí podemos expandirnos y compartir.
¿Habías oído hablar alguna vez de esto? Si quieres aprender más sobre Reiki, puedes apuntarte desde aquí a mi webinar gratuito de Introducción a Reiki para que lo recibas en tu email y lo disfrutes cuando quieras.
Que todos los seres seamos felices y libres.