Una Flor especial
Siempre me ha llamado la atención esta esencia floral, Water Violet. Quizá porque me identifico mucho con ella, pero también porque me sorprende la descripción que Bach da de este tipo de personas:
«Para quienes gustan de estar solos, tanto cuando están sanos como cuando están enfermos. Son por lo general personas tranquilas y serenas, que se mueven sin hacer ruido y que hablan poco y con amabilidad. Son muy independientes, capaces y seguras de sí mismas; casi indiferentes a las opiniones de los demás, se mantienen distantes y se apartan de los que los rodean eligiendo su propio camino. Con frecuencia son inteligentes y talentosos, y su paz y serenidad son una bendición para sus allegados.”
Al leer estas palabras, da la impresión de que no hay nada malo en esta tipología floral, no hay nada qué corregir o equilibrar. Nada más lejos de la realidad. Water Violet tiene muchas cosas que trabajar, entre otras razones, porque detrás de esta actitud suele esconderse una herida profunda. En primer lugar, modestia y humildad, ya que muchas veces peca (pecamos) de orgulloso. En segundo lugar, tiene que aprender que relacionarse y abrir su corazón no significa dejarse invadir, no significa que nadie traspase y desmonte esos límites y esas barreras que, con tanto recelo, mantiene bien elevados entre él y el otro, porque, de alguna manera, se siente superior y más sabio que el resto, o simplemente porque no quiere que nadie entre en su mundo interior. De hecho, uno de los problemas de los que adolece Water Violet es un halo de tristeza causada por esta soledad buscada y deseada, pero que, de alguna manera, le deja inconscientemente cojo. Somos animales sociales. No olvidemos que la virtud que Bach asocia a esta esencia floral es la alegría. La lección que tiene que aprender es, por lo tanto, el servicio y la entrega a los demás, en definitiva, expandir ese amor que tiene por sí mismo y dirigirlo también al otro.
La práctica de la Meditación
Bien, ya hemos visto a grandes rasgos cómo es Water Violet. Pensemos ahora en Yoga, ¿qué herramientas pueden ayudarle a tener una vida más armónica y plena? La meditación puede llegar a ser una práctica muy provechosa para una persona con estas características. Pero, cuidado, Water Violet no puede «permitirse el lujo» de retirarse a una cueva a meditar todo el día como un eremita, lo que sin duda le gustaría, sino que tiene que ir un paso más allá. El propio Buda abandonó esta vida de retiro y ascetismo para vivir entre el pueblo y compartir su sabiduría con sus gentes.
El objetivo último de la meditación es reconocer en nosotros nuestra esencia más trascendental, identificando y apartando todo lo que hay en nosotros que es impermanente y que, por lo tanto, no deja de ser una ilusión que enmascara nuestro espíritu inmutable. Llamémoslo así, llamémoslo alma, o Yo Superior, o llamémoslo como queramos. Nos referimos a esa parte de nosotros que es lo que Es y que no cambia, independientemente de las circunstancias, pero que no son las etiquetas que entendemos por Ego (no es mi nombre, no es mi profesión, no es mi nacionalidad, no es mi personalidad o mi carácter, nos son mis pensamientos, no son mis heridas ni mis neurosis…). Pero es que es esa misma esencia, ese mismo espíritu el que nos une al resto como partes de una sustancia única, que es la misma para todos. La Filosofía Sāṃkhya, una de las bases del Yoga, se refiere a esta esencia primordial como Purusha, en China lo llamarían Tao. Me gusta visualizarlo como un caldero de sopa: podemos ir sacando cazos y echarlos en varios cuencos; cada uno de los cuencos contiene una parte diferente de la sopa que podría diferenciarse del resto, pero, al final, lo veamos como lo veamos, todos los cuencos son la misma sopa, independientemente de cómo se hayan ido aderezando con el tiempo.
Volviendo a Water Violet y a cómo le ayuda la meditación en su tarea de involucrarse más con el otro, podemos decir que es a través de esta práctica que puede conseguir, no sin esfuerzo y dedicación, llegar a sentirse así, una parte de algo superior a sí mismo. Aquí entonces ya no hay lugar para el orgullo ni para la superioridad. ¿Cómo una gota de agua puede sentirse diferente y superior al océano del que forma parte? Quizá sería interesante para él (o ella) practicar en compañía, son muchos los grupos de meditación a los que se puede acudir, y en la mayoría se crea una energía grupal muy bonita.
Por otro lado, una práctica meditativa bien entendida (es decir, que no sea un sucedáneo de una droga que nos anestesie, ayudándonos a evadirnos) puede dar lugar a que nos pongamos en contacto con nuestras heridas, comprenderlas y sanarlas.
Bhakti Yoga
Ya os conté hace tiempo mi experiencia en los Satsang de Sivananda: la meditación en grupo de la que hablábamos, los cantos de mantras, el Arati final… Pues bien, me parece muy interesante este tipo de práctica para Water Violet. Compartir esa experiencia, aunque al principio puede generar cierta confusión o recelo a algunas personas (recuerda mucho a una misa) es una vivencia muy particular que cada uno siente a su manera, pero que crea un ambiente y una conexión en el grupo muy especial. Muchas personas fundidas en una misma y única voz.
El corazón del Bhakti Yoga es la compasión y la entrega al otro. Esta senda del Yoga se refiere a la práctica devocional, pero, no nos confundamos, no nos referimos a la devoción a un gurú o a un dios (que también, si así lo sentimos), sino al servicio al prójimo, la entrega a la vida en sí misma, la confianza en el amor bien entendido, no un amor romántico y en ocasiones dependiente y apegado, sino el amor a la mera existencia, la amistad, la compasión, el deseo de paz y bienaventuranza para todos los seres. El amor hacia uno mismo también, ya que no podemos darle al otro lo que no llevamos dentro ni lo que no hemos cultivado.
Para terminar, os dejo unos versos del Bhagavad Gita donde habla del Yoga de la Devoción. Sólo matizar que cuando habla de «Mí», del Señor, se refiere no tanto a un dios externo y ajeno a nosotros como el dios cristiano a que la mayoría de nosotros estamos acostumbrados, sino que hablamos de ese Espíritu «global», el Purusha, esa esencia primordial y única que somos cada uno de nosotros y todos a la vez.
XII.8. Concentra la mente y el intelecto solo en Mí. Así sin duda después vivirás sólo en Mí. XII.9. Si no puedes concentrar la mente firmemente en Mí, intenta alcanzarme por el Yoga de la práctica constante, oh Arjuna. XII.10. Si ni siquiera eres capaz de practicar este Abhyasa Yoga, ten el propósito de realizar acciones por Mí. Llegarás a la perfección simplemente actuando por Mí. XII.11. Si ni siquiera puedes hacer esto, entonces, refugiándote en la unión conmigo, renuncia con el yo controlado a los resultados de todas las acciones.
Hari Om Tat Sat,
Om Shanti, Shanti, Shanti.
Irene.
Imágenes: Terapeuta Floral y Reiki Nuevo
Me ha gustado mucho Irene. Gracias !!
Muchas gracias Alfonso!!
Muchas gracias. Maravilloso
Gracias a ti Rosa Blanca :*